El vino sin alcohol, ya es muy apreciado y conocido por muchos
mundo de los vinos está evolucionando más rápido y con más calidad cada vez, un
motivo de esto es porque la realidad de hoy en día exigiendo cambios en las
tendencias de elaboración originales e imperantes hasta ahora.
Los vinos con alta concentración, con
una buena dosis de madera y una alta graduación están dando paso a la
elaboración de vinos más ligeros, con menos presencia de alcohol y con un
predominio total de la fruta sobre la madera.
Por otra parte, sabemos que el mercado
del vino en el territorio español continúa teniendo serios problemas a causa de
distintos factores; Unos coyunturales como son la caída de las ventas en
ciertos vinos propiciadas por la crisis económica, Otros de tipo estructural
como el paulatino y continuado descenso en picado del consumo de vino en España
y sobretodo a dificultad de muchos bodeguistas en captar las señales del
mercado hacia nuevos usos y destinos de sus caldos.
En cuanto a sus propiedades y
beneficios que pueden reportar los vinos con un 0% de alcohol, hay
que dar una importante mención sobre que son una buena solución cuando se tenga
que conducir tiempo después, cuando existan consideraciones especiales de salud
(que muchos conocemos cuales pueden ser), cuando se siga una dieta
contando las calorías que ingerimos a lo largo del día o se tengan invitados
que no deseen beber alcohol.
Estos caldos contienen menos de la
mitad de las calorías que posee el vino tradicional, pues aportan entre
19 y 36 calorías si ponemos de ejemplo una consumición de 30cl en
comparación de la alta cifra de 100 calorías que nos aporta el vino
tradicional, lo cual lo hace un producto fenomenal para aquellas personas
que sigan determinadas dietas.
De la misma manera que los vinos
tradicionales, estos vinos son ricos en diversos fotoquímicos , tales como los ácidos
fenólicos ,flovonoides y resveratrol, componentes que los hace muy sanos
para nuestro organismo.
Recordarmos también que un vaso de vino
tinto al día nos contribuye a la ayuda del sistema cardiocirculatorio,
que el contenido en polifenoles combate el envejecimiento de nuestro cuerpo y
que el contenido en taninos produce mayor cantidad de un colesterol bueno.
El vino sin alcohol conserva todos los
elementos fenólicos que nos garantizan estos beneficios, pero con la ventaja de
que evita los efectos negativos del peligroso exceso de alcohol.
Por otra parte, deberemos de tener en
cuenta que el alcohol proporciona propiedades organolépticas que son esenciales
para un vino. El alcohol puede (y tiene) un rol especial en la percepción
sensorial pues este, tempera la sensación de acidez, acentúa la impresión
dulce y contribuye a la suavidad en boca. Sin alcohol a través del paladar
percibímos más ácido y más astringente.
Hay que hacer un importante matíz
también en que los vinos totalmente desalcoholizados son totalmente distintos a
los mostos o zumos aromatizados. La príncipal diferencia reside en que el
mosto nunca fue sido vino, mientras que el vino con cero alcohol si
lo ha sido.
¿Como llegó a nuestros oídos este vino?
En una era en el que los consumidores
cada vez solicitan más productos saludables, a la par que bajos en calorías y
con una graduación mínima, Grupo Matarromera presentó WIN de-alcoholised y
WIN.0. Estos caldos sin presencia de alcohol proceden
de las uvas de sus viñedos en distintas denominaciones de origen,
las mismas que conforman sus caldos de reconocido prestigio.
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